Hay algo, querido lector, que puedes hacer a favor de la producción de mejores películas. Eso que puedes hacer es exigir mejor cinematografía mediante el rechazo de las malas producciones.
Pero… (preguntarás) ¿cuáles son las malas producciones? Bueno, esto podría resultar engorroso de contestar ya que siempre hay opiniones contrarias en temas tan indefinidos desde el punto de vista de lo meramente temático. Sin embargo… allá voy. Las malas producciones cinematográficas son ante todo aquellas cintas técnicamente flojas, inconsistentes, sin atractivo artístico.
Son también aquellas obras que no ofrecen un mensaje adecuado a la sociedad. Los mensajes inadecuados son aquellos que se complacen en actitudes estúpidas como la violencia tanto física como psicológica, terminando ésta en ser el mensaje en sí. Incluyo las películas sobre lucha libre, la guerra, la delincuencia enfocada sin interés de trascenderla, etc. También son inadecuadas las películas de sexo puro, las que ofrecen comedias de simples chistes pero sin una visión filosófica de la vida, las que cuentan historias de amor sin que se sepa porqué, las que nos aterrorizan sin capacidad artística, las historias policiales basadas en guiones muy poco interesantes fuera del tema en sí…
Cada vez que un nuevo millar de personas rechaza cintas como esas, el cine va reconsiderándose a sí mismo, los productores se autocritican y van invirtiendo en mejores producciones. De ese modo logramos los cinéfilos contribuir a que se haga mejor cine.
