En Hollywood la escasez de ideas nuevas y de argumentos bien guionados está haciendo estragos hace ya un tiempo, por lo que se debe recurrir al viejo truco de las adaptaciones de libros o de historias reales. El problema es que esto se da demasiado rápido, por lo que a veces comienzan a filmarse historias basadas en libros que aún no han salido a la venta, e incluso se empieza a establecer el proyecto de traspaso a la pantalla grande de hechos reales que todavía no han concluido.
Las necesidades de Hollywood son así, y están puestas obre la mesa de manera tan explícita que da miedo. La falta de ideas hace que directores y productores se saquen los ojos cuando surge una buena situación sobre la cual hacer una adaptación cinematográfica. Es que de otra manera se termina cayendo siempre en lo mismo, las historias de los cómics, que han dado bastante para filmar, los filmes sobre virus extraños y zombis, que ya ha sido explotada hasta el máximo, películas basadas en videojuegos, o series de televisión que adaptadas a la pantalla grande han sido unos verdaderos fracasos, son ejemplos claros de que la industria cinematográfica estadounidense es un barco sin timón.
Tal es así que varios directores se enfrentaron cuando se conoció el conflicto de los mineros atrapados en Chile. Incluso antes de que se llevara a cabo el rescate de los 33 mineros, la película ya era un proyecto en marcha, sin importar como terminaría todo. De esta manera comenzaba a perfilarse el reparto que le dará vida ficcional a esta verdadera epopeya.
Así uno de los actores que suenan mas fuerte para protagonizar el filme es el español Javier Bardem, quien viene de hacer el gran éxito de “Come, reza, ama” junto a Julia Roberts, y que ahora es muy probable que “se entierre” en esta desesperada esperanza holliwoodense.
