Aprovechando que ya estamos de pleno en la temporada estival, ¿qué hay más identificativo de este calor asfixiante y pegajoso, los malos humos del personal y las ganas de juerga generalizados, que estos simpáticos compañeros de fatigas, que hacen que las familias se sientan más unidas ante el enemigo común y olviden viejas rencillas y sinsabores?. En efecto, nuestras amigas las cucarachas.
Esta mañana, al llegar al aula donde doy clases, al abrir el aire acondicionado, ha saltado, dándome los buenos días, uno de estos simpáticos bichejos. Del mismo modo que recibieron a nuestro amigo Joe, al llegar a su nuevo apartamento de soltero, en una de las producciones más gamberras y divertidas de MTV.
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=eaTf2Qyu6E4&feature=related[/youtube]El Cuchitril de Joe ha sido una de mis películas de bajo presupuesto que más me han marcado. No sólo me enseñó el respeto a todo ser vivo por pequeño y repugnante que sea, si no que todavía me arranca alguna sonrisa al visionar alguna de sus escenas musicales que no tienen nada que envidiar a las superproducciones de Hollywood. Vean y comparen la maravillosa coreografía a lo Esther Williams en la taza del water.
Esta película narra la llegada de un joven de provincias a Nueva york en busca del sueño americano. Rápidamente es consciente de lo complicado y dura que es la vida en la Gran Manzana. Cansado de buscar un lugar que pueda permitirse con sus escasos recursos, tiene la suerte de encontrar un apartamento de renta antigua. Este será el comienzo de sus aventuras contra unos gorilas contratados por un especulador inmobiliario que le harán la vida imposible con la finalidad de echarlo de su casa. Pero en esta guerra cuenta de la ayuda inesperada de una legión de cucarachas que, encantadas con la sucia forma de vida de Joe, deciden echarle una mano en su particular cruzada.
