El technicolor transfería los colores magenta, cyan y amarillo a la copia definitiva de la película, tal como explicamos anteriormente. Un detalle importante es que el primer director en utilizar este sistema de cine en color, fue nada menos que Walt Disney en el año 1932, cuando estrenó “Sinfonías tontas”. Luego lo siguió utilizando en sus demás dibujos animados. Sin embargo se puede decir que el primer largometraje verdadero que usó esta técnica fue “La Feria de las vanidades” de Rouben Mamoulian en 1935.
Un problema bastante complejo fue la Segunda Guerra Mundial. Este conflicto bélico tan importante afectó mucho al cine en color, ya que hizo que muchos directores decidieran volver al blanco y negro. Así recién en la década del 50 el color en la pantalla grande volvió a ser masivo, como consecuencia de la llegada de la televisión. Así se buscaba contrarrestar los efectos de la pantalla chica en los espectadores.
Por otro lado en el continente europeo, principalmente en los países que poseían gobiernos totalitarios, el cine se utilizó como un método de propaganda, sin ningún tipo de tendencia artística, como por ejemplo el caso del fascismo en Italia. Es así que cuando estalla la Segunda Guerra mundial, el cine se divide en tres planos diferentes. Un cine con el objetivo de entretener, de hacer escapara a los espectadores del contexto mundial en el que viven, un cine más propagandístico que buscaba la adhesión, y un cine que documentaba todo lo que acontecía en la guerra. Este último era una especie de documental periodístico que mostraba de manera casi directa todo los hechos bélicos de la época.
