Rescatamos de nuestro amigo juancrek, este post que hoy ha escrito en imusica:
Cuántas noches solitarias esperando… Yo no tuve la infancia tan ajetreada de eraser (en el aspecto viajero), pero le agradezco que me haya rescatado de la memoria este trozo de noche de desvelos.
Madrugadas eternas en las cuales me alimentaba de sueños, esperanzas y de buen cine. El cambio que suponía llegar del ajetreo nocturno adolescente y el llegar a casa y sentarme a ver que ponían en la 2, con la ansiedad de ser sorprendido, más allá de medianoche, por alguna emisión «no apta para todos los gustos».
Nunca he tenido especial predilección por el cine patrio, nunca me he sentido identificado por el folclore ibérico y, que curioso, esta película es una de mis favoritas por lo conmovedor de su historia, el cúmulo de sentimientos desgarrados, el regreso a la niñez de la protagonista en esa melodía que la perseguirá toda su vida. A mí también se me quedó clavada. Probablemente, nuestras historias no eran tan distintas. (leer más…)
Fuente:[imusica]
